Si deseas nuevos hábitos para la productividad, el siguiente artículo te será de utilidad!
En esta época decembrina, donde estamos cerrando un ciclo, evaluando sus resultados y preparándonos para el nuevo año que se aproxima, sería muy acertado analizar nuestros hábitos. Hay ciertos hábitos que muchos tenemos en nuestras vidas que, aunque parezcan normales, lo único que hacen es acabar con nuestra productividad.
Ser productivo puede llegar a ser muy difícil para algunos, va directamente ligado con el tiempo (en hacer que nuestro tiempo nos alcance); para lograr cumplir todas las metas que nos proponemos tenemos no sólo que empezar a hacer las cosas, sino terminarlas. Pero muchos recaémos en las distracciones, ayudados además por la tecnología que nos abruma con información y entretenimiento, y nos olvidamos en concentrarnos en una sola cosa y realizar las tareas importantes.
La verdad es que todo lo que nos rodea, las decisiones que tomamos, las rutinas diarias que tenemos, el ambiente en el que trabajamos, en otros factores, pueden influir muchísimo en cuan productivos somos. El tiempo es muchas veces más valioso que el dinero, así que lo ideal es no andar desperdiciándolo. Para ello podemos empezar por identificar y eliminar todas las amenazas que están matando nuestra productividad. Estos son 15 que he identificado:
1. Distracciones tecnológicas
La tecnología nos asiste a toda hora, es nuestra mejor y peor compañia. Pero, ¿qué hay que hacer para utilizarla a nuestro favor? Muy sencillo, evitemos esos 10 minutos que usamos muy seguido en Facebook para ver imágenes y actualizaciones de nuestros amigos, revisando las tendencias en Twitter, ver gatitos en Instagram, u otras redes sociales; porque esos 10 minutos se convierten en mucho más la mayoría de las veces y nos envician cada vez más. Que tal si aprendemos a usar nuevas aplicaciones en especial las que mejoran nuestra productividad, así podríamos tener ayuda tecnológica para terminar lo que empezamos.
2. Notificaciones encendidas
No hay nada peor para la productividad que tener encendidas todas las notificaciones en tu PC y las del móvil. mi consejo: Apágalas cuando sea necesario para evitar perturbar tu concentración y tiempo de trabajo, las notificaciones estarán ahí cuando te tomes un descanso entre tareas (en espacial redes sociales). Para aquellos que no se sienten cómodos apagando todas las notificaciones por si hay alguna emergencia, existen aplicaciones que las filtrarán para que sólo suenen o vibren aquellas que tú consideres verdaderamente importantes, una vez lo empieces a practicar vas a agradecer mucho este consejo.
3. Concentrarse demasiado en el futuro
Aunque como seres humanos vivimos únicamente en el “ahora”, la verdad es que nos preocupamos demasiado por lo que pasará en el futuro y también por lo que sucedió en el pasado. Necesitamos concentrarnos en el presente, de esta manera usar nuestro tiempo haciendo las cosas que puedan ayudar a obtener lo que se quiere en el futuro. Es poco práctico acostumbrárnos a vivir haciendo planes para después.
Esto no quiere decir que hay que vivir al límite y olvidar las metas a largo o mediano plazo que se deseen, pero sí hay que tratar de hacer algo cada día para agregar un granito de arena a lo que queremos lograr más adelante. Además, si lo analizas en el fondo aceptarás que no se puede tener tanto control sobre el futuro como quisiéramos, porque las cosas siempre están cambiando.
4. Hacer varias cosas a la vez
La responsabilidad de hacer varias tareas a la vez, debe ir acompañada por el firme convencimiento de que somos capáces y estamos entrenados para ello. Pero en la práctica la verdad es que la mayoría de las personas no son muy buenas haciendo varias cosas a la vez, y por querer tratar el resultado que obtienen es que hicieron menos cosas y tal vez más de la mitad no quedaron bien hechas, por lo que el siguiente paso es que si era una tarea importante tendrán que volver a empezar.
Como dice el dicho: Para ir más rápido es mejor ir despacio.
5. Aceptar más y más tareas
Después del punto 4 comprenderás mejor porqué cualquier persona verdaderamente productiva sabe muy bien cuándo decir que “no”. No hay que sentirse mal porque otras personas necesiten tu ayuda y tú no puedas dársela en determinado momento. Hay que considerar que tu tiempo es muy importante y que necesita ser organizado de una manera que funcione para ti y no para los demás. Si te preocupa que otros se molesten contigo porque les has dicho que no les puedes ayudar, entonces trata de explicar el razonamiento detrás de esta respuesta; la mayoría entenderá muy bien por qué, y si no lo entienden es mejor separarte de ellos porque son tóxicos para tu vida.
6. Permitir que otros controlen tu calendario
Habiendo reflexionado sobre el punto 5, ya podrás inferir la importancia de no dejar que nadie controle tu tiempo, debes ser tú quien decide qué hacer y cuándo hacerlo. De esta manera podrás organizarte mejor. Eso sí, en tu calendario debes incluir ciertas responsabilidades, como programar tiempo en donde nadie te moleste para concentrarte en una tarea, tener descansos, y horas para dedicarles a otras personas que trabajen contigo o que necesiten ayuda con algo.
7. No tomar descansos
Trabajar durante muchas horas sin parar puede traerte una gratificación en especial si has podido terminar tu tarea. Sin embargo, la práctica contínua de este hábito será malo para la productividad porque te drenará la energía rápidamente. Por esto debes tener eventualmente unos escapes, por ejemplo que trabajes enfocado durante un tiempo en una tarea única y descanses unos minutos entre el inicio de otra tarea.
8. No hacer bien el trabajo la primera vez
Cada vez que se hace un proyecto hay que poner todo el esfuerzo que sea posible desde el principio para que el resultado te deje feliz a ti y a los demás que estén involucrados. Si tienes que regresar a hacerlo de nuevo, estarás consumiendo mucho más tiempo del que debías, bajando tu productividad y atrasando otros proyectos. Si fallas no es el fin del mundo, pero la idea es darlo todo desde el principio.
La solución es simple: Concentrarse.
9. Ser perfeccionista
Una cosa es tratar de hacer el mejor trabajo posible y otra es atrasar un proyecto porque no está “perfecto”. La noticia es que nada puede ser realmente perfecto, todo tendrá un problema por aquí o por allá, así que usar esto como excusa hará que nunca termines nada. Si necesitas un poco de ayuda para controlar este problema, trata de hacer que alguien más revise el trabajo que estás haciendo y que te dé una opinión honesta al respecto; lo más probable es que piensen que está mucho mejor de lo que tú crees.
10. Atrasar decisiones
Es muy fácil dejar a un lado un problema, pero nunca nos olvidaremos de que existe (no a nivel de subconsciente), y si este problema requería una solución el no tomarla lo que hace es que no nos dejará concentrarnos en las otras tareas, vamos a malgastar el tiempo buscando distracciones que nos eviten la molestia de pensar en el problema, distracciones dañinas que afectarán a todas las demás cosas que debemos hacer. Si no puedes decidir algo porque no estás seguro de cuál es el camino adecuado, lo mejor en este caso es concentrarse en buscar soluciones alternas para resolver el problema y una vez hayamos escogido una acertada, vamos a sentir como recuperamos un poco de paz y tranquilidad para poder continuar con lo demás.
11. Preocuparse por las cosas equivocadas
¿Eres de los que se preocupa por los comentarios negativos que otras personas tengan de ti? Hay que distingir entre chismes, malos juicios y "críticas constructivas" que tienen tus colegas y seres queridos. Si son críticas constructivas, pues lo que hacen es darte un aporte que te permitirá mejorar aspectos en tu vida, y si son chismes o malos juicios para que molestarse en escucharlos (hasta podríamos terminar convenciéndonos nosotros mismos de lo que no era), entonces sea por la razón que sea esta preocupación no debería existir en tus hábitos. Y no te preocupes si las cosas no salen como querías que salieran; existen muchas variables en nuestra vida que están fuera de control.
12. Desorden en el área de trabajo
El orden es vital para la productividad y si tienes una oficina desordenada afectará a la manera en que trabajas. No importa si crees en la energía positiva o en el “feng shui”, el desorden es terrible porque sentirás que estás sofocado en un sitio lleno de cosas que están fuera de lugar.
Organiza tu sitio de trabajo y extiende esto a tu PC si lo usas como una herramienta para trabajar.
13. Quejarse
Este punto es muy importante, cada vez que nos quejamos estamos gastando tiempo y energía en este comportamiento en vez de hacer algo al respecto. Hay que ser una persona que toma las riendas de su vida y que cambia todas aquellas cosas que no le hacen feliz. Lo importante es aprender a lidiar con este tipo de situaciones y tratar de hacer lo mejor que se pueda. Evita a toda costa quejarte, porque es uno de esos hábitos que minan tu energía de manera invisible y se vuelven fácilmente un hábito difícil de dejar, además de ser contagioso.
14. No dormir lo suficiente
Si no duermes suficiente tiempo todos los días, entonces tu mente se drenará perdiendo energía en mantenerte funcionando. Y creyendo que vas a ser más productivo sucede todo lo contrario y es que vas a ir más lento, desconcentrado y tu productividad muy baja. Trata de acostarte a dormir a la misma hora todos los días para que tu cuerpo se acostumbre a despertar por sí solo a una hora específica. Esto debería ser parte de la rutina que ayudará a aumentar tu productividad.
15. Comer alimentos inadecuados
Sí, comer comida chatarra es pésimo para la salud en general y también muy malo para la productividad. La razón es muy simple: el cuerpo tarda mucho más tiempo en digerir este tipo de alimentos, lo que hará que gaste más energía en el proceso de digestión y menos en las tareas que debes hacer. Así que comiendo al menos tres veces al día un plato de comida sana, será excelente porque tendrás más energía para gastar, en lugar de estar lento y torpe sintiéndote lleno todo el día.
Por ahora estos son los consejos que nos nacen compartir desde el equipo de SuWebJK y estamos seguros que si finalizando este año empezamos a practicar estos consejos, nos será más fácil empezar el 2015 con nuevos hábitos y podremos ver los resultados en nuestra productividad en muy corto tiempo.
Hasta la próxima!. Atte: SuWebJK
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